Ésta ha sido la última boda del año. Adrián y Marta, una pareja que nos conoció de casualidad y que se despidió de nosotros alegrándose de la “suerte” que habían tenido al contratarnos.

No empezó bien ya que la madre del novio tuvo ciertos “imprevistos” con su traje, pero casi todo en esta vida tiene solución y éste no iba a ser menos. Marta era un manojo de nervios en casa y a punto de iniciarse la ceremonia un estado de sobreexcitación la absorbía. Hacía tiempo que no veía una novia tan nerviosa.

Durante la ceremonia, parecía que los nervios hubiesen desaparecido y nos encontramos con los momentos más emocionantes del día … apareciendo las famosas lágrimas que tanto nos gustan a los fotógrafos.

Tanto la ceremonia como el banquete lo realizaron en La Opera de Benicassim. Como siempre, perfecto tanto en servicio como en comida.

Os dejamos unas imágenes en B&N del día. Esperemos que os gusten.

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